Recientemente hemos estado alarmados por los grandes incendios forestales en la Amazonía, viendo como el fuego los consumía. Sin embargo, si bien es un hecho que nos preocupa a todos ¿somos consciente que nuestras ciudades y comunidades viven y dependen directamente de los servicios que los bosques de montañas nos proveen?
Alrededor de 30 millones de hectáreas, desde Venezuela hasta Chile, pasando por Colombia, Ecuador, Perú, Argentina y Bolivia, son bosques de montañas; que entre sus principales servicios ecosistémicos está la provisión de agua, para nuestro consumo, para la agricultura y actividades productivas. Pese a ello, en los últimos años se han visto afectados por su mala gestión, por incendios forestales, tala ilegal, actividades agropecuarias y extractivas; y el cambio climático.
Somos más de 40milllones de personas que dependemos de ellos de manera directa; y en un escenario de cambio climático, los bosques andinos – que pueden albergar entre 20 y 40 toneladas de carbono por hectárea – cumplen un rol importante.
Por años, muchas comunidades campesinas y pueblos originarios han logrado vivir en armonía, conservando y desarrollando actividades de manera sostenible. Ahora no solo debemos regresar a desarrollar algunas de estas prácticas; sino también generar nuevo conocimiento científico para que el diálogo entre la práctica y la ciencia genere mejores elementos de decisión para el desarrollo, la gestión pública y los procesos globales de adaptación y mitigación frente al cambio climático.
¿Qué papel jugamos?
El Programa Bosques Andinos es una iniciativa regional que contribuye a que la población andina que vive en y alrededor de ellos reduzca su vulnerabilidad al cambio climático y reciba beneficios sociales, económicos y ambientales de la conservación de bosques andinos.
Luego de cinco años de ejecución, el programa cierra su primera fase con importantes logros, entre los que podemos mencionar un exitoso Programa de Becas que permitió la generación de nuevo conocimiento; el soporte a la investigación a través de la Red GLORIA y la red de Bosques Andinos; el impulso también a los procesos de restauración forestal y a los Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos (MERESE); la promoción de cadenas productivas, como la miel, café y cacao, en zonas de montañas, el impulso a emprendimientos nacionales a través de la incubación propuestas; y la articulación de alianzas regionales buscando la sostenibilidad del programa y el logro de sus objetivos.
Gracias al valioso apoyo de la Cooperación Suiza COSUDE y al consorcio conformado por HELVETAS Perú y Condesan, el Programa Bosques Andinos inicia su segunda fase con mayores retos y con el compromiso de seguir trabajando por la mejora de las condiciones que permitan la promoción de buenas prácticas y gestión del conocimiento sobre los bosques andinos; así como, la adaptación y resiliencia de la población y ecosistemas de montañas.
Esta segunda fase, tiene como principales retos el incidir en las políticas públicas, en la promoción del conocimiento generado durante la primera fase y de los nuevos hallazgos, en el fortalecimiento de instrumentos de políticas y en los mecanismos de financiamiento.
Se busca incentivar el interés regional hacia la conservación de los bosques andinos y promover sinergias en estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático.
El evento
Los días 2 y 3 de octubre, se realizará el evento de cierre de la Fase 1 del Programa Bosques Andinos (PBA) – con un balance regional de los resultados e impactos alcanzados; así como, de las acciones pendientes por avanzar o fortalecer – y el lanzamiento de la Fase 2 por un periodo de 2 años.
El PBA es parte del Programa Global de Cambio Climático de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), el cual busca contribuir a mejorar las capacidades de adaptación y mitigación frente al cambio climático mediante la consolidación y escalamiento de políticas, prácticas, herramientas y esquemas de incentivos exitosos en la región Andina relevantes al manejo sostenible de los bosques andinos.