El Programa Bosques Andinos (PBA) es una iniciativa de la Agencia de Cooperación para el Desarrollo de Suiza (COSUDE) en el marco de su Programa Global de Cambio Climático y cuya presencia apoyando el desarrollo rural y ambiental en la región andina y Perú data de más de 40 años. El PBA tiene por objetivo general “contribuir a mejorar las capacidades de adaptación y mitigación frente el cambio climático mediante la consolidación y escalamiento de políticas, prácticas, herramientas y esquemas de incentivos exitosos en los Andes relevantes al manejo sostenible de los bosques andinos”.
En los tres sitios de aprendizaje del PBA se desarrollaron experiencias de restauración. En el sitio Antioquia, se ha llegado a contabilizar unas 11 hectáreas de restauración enmarcadas en el sistema de incentivos del BANCO2 de los Valles de Aburrá y San Nicolás. En el sitio Apurímac, el programa ha apoyado a restaurar los bosques de Intimpa (Podocarpus glomeratus) en el área del Santuario Nacional del Ampay; además, de facilitar la instalación de un piloto de restauración ecológica para la recuperación de servicios hídricos en 101 hectáreas de la comunidad de Kiuñalla, mediante técnicas de nucleación y control de especies invasoras. En el sitio Pichincha, se instalaron parcelas demostrativas de buenas prácticas productivas (incluyendo la restauración productiva) en 35 fincas privadas. Además, se han registrado prácticas de restauración en otros 21 predios.
Estas experiencias han brindado evidencias que, tanto la restauración ecológica como productiva, mejoran la eficiencia del uso de suelo, y aumentan la estabilidad en el flujo hídrico, además de recuperar la biodiversidad de los territorios (Kometter, 2018; Cabezas et al 2019; PBA 2021, Baiker, en prep.). Con base en ellas, ha sido posible sistematizar guías que orienten la restauración de paisajes en ecosistemas andino, como la guía “Protocolo de monitoreo de Áreas de Restauración Ecológica en los Bosques Montanos de la cordillera Occidental del Ecuador” (Duarte et al ,2017), el conjunto de módulos de la “Guía para la restauración de bosques montanos tropicales” (distintos autores 2018), los “Lineamientos para la restauración de los ecosistemas forestales y otros ecosistemas de vegetación silvestre” (SERFOR, 2019) y los “Lineamientos metodológicos para iniciativas de restauración de paisajes de bosques andinos” (Vásquez y Kometter, 2019).
Objetivos
- Compartir experiencias locales de restauración de bosques andinos
• Compartir lecciones aprendidas.
• Identificar principales retos (desde la visión local) para su réplica y escalamiento
Programa
Resumen
Por Natalia Ruiz-Guevara, Helvetas Perú
El día de hoy, 23 de septiembre, hemos empezado este encuentro recordando que la restauración es un tema que conecta las distintas escalas de trabajo.
En la lógica territorial, de paisaje, es necesario recordar que los seres humanos tenemos una historia de muy larga data con el paisaje forestal andino. Así como. la actividad humana ha tenido injerencia en la remanencia actual de los los andinos, como relictos, como mosaicos. Es preciso resaltar que tenemos una fuerte relación de dependencia de sus servicios ecosistémicos.
Desde la lógica de las políticas nacionales y globales, es notoria la tendencia actual de promover la restauración como estrategia para abordar el cambio climático, cuya máxima expresión es la ,Declaración del Decenio de la Restauración este 2021. Los países de la región andina tenemos un compromiso con la Iniciativa 20×20, nacida precisamente de los compromisos climáticos.
Bajo todas estas lógicas, el día de hoy les invitamos a ver la restauración como una oportunidad.
Lo más conspicuo, lo más tangible: oportunidad para recuperar las funciones de los ecosistemas. En un contexto diverso como el de los Andes, no se debe perder de vista las lecciones aprendidas de las experiencias compartidas hoy, que nos invitan a tener criterio, Inty Arcos lo decía: «no hay dos fincas iguales, no hay dos territorios iguales».
Lo que podemos rescatar son principios básicos, que son recogidos en enfoques de trabajo como el de Manejo Sostenible de la Tierra y el Enfoque de Paisajes. En este punto queremos destacar la importancia de brindar la atención debida a cada etapa del ciclo.
Solo por resumir, vemos como es básico realizar apropiadamente los estudio de cada sitio, definir metas claras, la toma de estrategias para que la participación sea inclusiva y justa, y con monitoreo activo orientado a guiar la toma decisiones. A esto, llamamos manejo adaptativo, como decía Kaspar Schmidt, avanzando hacia el futuro. También, es preciso rescatar lo señalado por todos los expositores sobre la importancia de la innovación tecnológica para hacer más eficientes los procesos, integrar aspectos, monitorear resultados y dinamizar el flujo de información. Drones, cámaras trampas, plataformas digitales, las tecnologías para recuperar germoplasma nativo, todo ello integrado y puesto al servicio de un fin común.
Ahora bien, la restauración debe generar también valor económico, y las oportunidades existen. Lo vimos en el intercambio del día martes, la existencia de distintos tipos de mecanismos financieros que rompen paradigmas clásicos. Las cadenas de valor, los esquemas de compensación por servicios ambientales y las inversiones de impacto, solo por hacer un resumen.
La restauración es también una oportunidad para generar alianzas y conectar espacios. Es una estrategia que brinda alternativas para crear conectividad entre las áreas productivas y las áreas de conservación, viendo el paisaje como un continuo espacio armónico, y no como un simple mosaico en el que se presentan diversos usos del suelo. Es también, una oportunidad para integrar ámbitos urbanos y rurales y a los distintos tipos de actores, como el sector privado y la sociedad civil, como lo hemos visto en el esquema BANCO2 que integra empresas y familias . Y en este marco, es de resaltar los roles que ejerce el Estado, lo que veíamos en el rol de las Corporaciones Autónomas de Colombia y de los GAD en Ecuador.
Construir una buena gobernanza, tanto local como multinivel, es clave para brindar sostenibilidad y garantizar la transparencia, la representación, la equidad y la distribución justa de beneficios; así como, para institucionalizar todos estos procesos, y que no se pierdan en el tiempo. Casos como los de la organización comunitaria en Perú, la Mancomunidad del Chocó Andino y la organización del esquema BANCO2, nos demuestran que esto es posible y escalable, con experiencias y modelos que, a su manera, están rompiendo fronteras.
Dejamos para e final quizá lo más importante, la oportunidad desde lo humano a la restauración, como una ventana para construir una sociedad más justa e inclusiva. Augusto Ramírez nos contaba como la restauración crea puntos de encuentro, para revalorar y reconectar la identidad andina con los elementos de su propio paisaje, proceso en el que los sabios, adultos mayores y mujeres tienen un rol protagónico. Es importante resaltar que las estrategias para promover la restauración deben responder a la demanda real y necesidades locales, demandas de capacidades y de representación en la toma de decisiones, y por su puesto, a demandas económicas y financieras. Para ello, tangibilizar beneficios es clave.
Antes, solíamos pensar que los beneficios eran alargo plazo; pero las experiencias están demostrando que esto no es del todo cierto. Vemos los efectos inmediatos en experiencias monitoreadas, como la de Kiuñalla en que la estabilización del flujo hídrico se dio al cabo de muy poco tiempo.
Y hablando de inclusión, es importante no solo verlo desde lo territorial, sino que empecemos a conectar también todos los ámbitos, que lo global, nacional y territorial se encuentren y converjan. Desde el PBA queremos trasmitir ese mensaje, la necesidad de reconocer y valorar el aporte que tiene el manejo de los bosques andinos en el marco de los procesos globales, como una manera de frenar los incendios forestales, cada vez más frecuentes y como una manera de conservar estos importantes sumideros de carbono.
Hace unos minutos Inty nos preguntaba «¿Cómo pedirle a una familia que deje de producir para restaurar?». Sin duda no hay una receta. Hoy se puso sobre la mesa una palabra clave, los incentivos. Incentivos que sean más que un simple pago, sino que sean repensados para que apunten a cerrar esas brechas innegables: brechas sociales, brechas de género, intergeneracionales, entre otras. Para ello, tener reglas de juego clara es fundamental, siendo una de las más importantes la distribución justa de recursos, como la tierra y la distribución justa de beneficios también.
En todo este marco, desde el Programa Bosques Andinos la validación de prácticas ha sido un aporte técnico y humano. Ya sea por la ciencia, por la práctica o por la necesidad de producir, se ha generado una diversidad de experiencias que no han quedado ahí, sino que han contribuido a generar lecciones aprendidas desde diversos ángulos, que han permitido generar conocimiento. Sabemos que en el mundo hay muchos lineamientos para la restauración, pero contar con conocimiento sitio – específico para ámbitos andinos, es un aporte importante, más aún en una región particular como la andina, que es a la vez biodiversa, compleja y maravillosa.
Presentaciones
- Consideraciones Técnicas y sociales para Iniciativas de Restauración del Paisaje Forestal Andino
De Roberto Kometter [6.3MB] - Experiencias sobre restauración de paisajes de bosques andinos en Kiuñalla – Apurímac, Perú
Augusto Ramírez [2.7MB]