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En el podio: Alfredo Guamaní y Maribel Imbaquingo de la Red de Jóvenes del Chocó Andino. En la mesa directiva (de izquierda a derecha): Olga Cobos, Directora de Cooperación Internacional de la Prefectura de Pichincha; Lilián Salazar, presidenta del GAD parroquial Mindo; Alfredo López, Subsecretario de Patrimonio Natural del Ministerio del Ambiente del Ecuador; Verónica Arias, Secretaria de Ambiente del Municipio de Quito; Marcela Costales, Prefecta (encargada) de Pichincha; Saadia Sánchez, Directora UNESCO Quito y representante para la Región Andina; Zulema Pizarro, Alcaldesa de Los Bancos; Fabrisio Ambuludí, Alcalde de Pedro Vicente Maldonado; y, Washington Benalcázar, presidente de la Mancomunidad del Chocó Andino y del GAD parroquial Nanegal.
El pasado viernes 1 de febrero de 2019, en el Polideportivo de Mindo, la UNESCO hizo la entrega oficial a las autoridades nacionales, regionales y locales de la declaratoria de Reserva de Biósfera del Chocó Andino de Pichincha. Autoridades locales, promotores, hombres, mujeres, productores, personas de la tercera edad, niños y jóvenes, celebraron el logro, comprometiéndose y demandando que el anhelo de conservación, sostenibilidad y bienestar para el territorio no quede solamente en un documento.
“Un reserva más allá de la distinción internacional es fundamentalmente un abanico de posibilidades, para el crecimiento, para las sinergias, para el sentido identitario y de comunidad”. – Saadia Sánchez, Directora de UNESCO Quito y representante para la región andina.
Desde hace unos años, el Programa Bosques Andinos viene apoyando la conformación y capacitación de una red de jóvenes líderes de las distintas parroquias de la Mancomunidad del Chocó Andino, interesados en ampliar y consolidar los procesos de sostenibilidad del territorio. Poco a poco y a través de su trabajo comprometido, han ganado visibilidad y legitimidad, convirtiéndose en un actor social reconocido. Es así que en esta ocasión, fueron invitados a intervenir en la agenda oficial del evento, reservada en general únicamente para las autoridades.
El discurso de los jóvenes fue potente y bien recibido por la comunidad. Exigió coherencia en la política pública y el accionar de las autoridades, involucramiento propositivo de la sociedad civil y ratificó el compromiso del grupo de seguir trabajando e incluyendo a más jóvenes y actores:
“Los jóvenes nos queremos quedar en nuestro territorio, protegerlo, conservarlo. Queremos contribuir al desarrollo económico – sostenible, es por eso que en esta mañana solicitamos a las autoridades, coherencia en sus planes, discursos y actividades de protección al medio ambiente. Solicitamos a todas las autoridades, que las declaratorias sean documentos vivos, que nos permitan la activa participación de la sociedad civil. No queremos documentos muertos en un escritorio (…) Estamos seguros que la declaratoria de la UNESCO como reserva de biósfera será una plataforma que nos permitirá llevar a otro nivel nuestros compromisos y defendernos de tantas amenazas (…) Entendemos que estos son programas participativos entre las instituciones y la comunidad. Es por ello que nuestro compromiso es seguir impulsando la inclusión de nuevos actores locales a estos procesos. Los jóvenes del Chocó Andino, solicitamos en este momento, un espacio, para formar parte del comité de gestión de la Reserva de Biósfera, DE NUESTRA RESERVA DE BIÓSFERA, entendiendo que somos nosotros quienes daremos continuidad a su importante trabajo, un trabajo que hay que reconocer han sido años y años de esfuerzo, tanto de la comunidad como de las instituciones y organizaciones aquí presentes”.
La red de jóvenes líderes se encuentra en un proceso de fortalecimiento de capacidades para la comunicación de temas socioambientales críticos para la sostenibilidad del territorio. En el corto plazo, el grupo está planificando una serie de espacios de comunicación en las comunidades más aisladas dentro del territorio de la Mancomunidad del Chocó Andino. A futuro, se espera ampliar la red hacia las parroquias y territorios que conforman la Reserva de Biósfera del Chocó Andino de Pichincha, como un mecanismo que fomente la participación activa de jóvenes desde las perspectivas y objetivos planteados dentro del territorio.