El pasado viernes 7 de septiembre de 2018, se llevó a cabo un taller de presentación de los avances realizados en la construcción del Plan Especial para la Mancomunidad del Chocó Andino (MCA), mandatorio por la Ordenanza 137 por la cual se declara al territorio de la MCA como “Un área de importancia ecológica, cultural y de desarrollo productivo sostenible”. El desarrollo del Plan está a cargo de varias dependencias del Municipio Metropolitano de Quito (Secretaría de Ambiente, Secretaría de Territorio, Hábitat y Vivienda, Instituto Metropolitano de Patrimonio Cultural, entre otros) en coordinación con la MCA y varios de sus actores como las autoridades de los gobiernos parroquiales, dueños de reservas privadas y otros actores activos de la comunidad.
CONDESAN está apoyando el proceso bajo la coordinación de la Secretaría de Ambiente del Municipio del DMQ, en el marco de las actividades promovidas por el Programa Bosques Andinos y en colaboración estrecha con la Fundación Imaymana y el Observatorio de la Producción del Territorio Ecuatoriano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central del Ecuador.
¿En qué consiste el Plan Especial para la Mancomunidad del Chocó Andino?
La importancia del plan radica en que busca, de manera participativa, generar herramientas de desarrollo y gestión territorial sostenible que reconozcan la riqueza del área tanto en su patrimonio natural (64% del territorio son bosques) como en su patrimonio cultural y vocación para la producción y el desarrollo sostenible. Adicionalmente, requiere un proceso importante de innovación metodológica para articular distintas escalas y temas de trabajo bajo un enfoque coherente. Ruth Elena Ruiz, Directora de Patrimonio Natural de la Secretaría de Ambiente del Municipio del DM de Quito, mencionó que se trata de un plan diferente a los planes especiales tradicionales del Municipio por el gran tamaño del territorio, porque engloba tanto cabeceras parroquiales que requieren un enfoque urbano, como también el resto de áreas que además de contener áreas protegidas municipales, tienen también actividades productivas diversas, por lo que requiere una articulación de estas escalas diversas.
En este marco, el plan incorpora múltiples escalas y áreas temáticas de trabajo. La primera escala, la cabecera parroquial, es fundamental para contar con áreas urbanas ordenadas, donde exista una consolidación y crecimiento planificado. La segunda escala corresponde a la red de asentamientos humanos de la MCA, donde se busca caracterizar la variabilidad de condiciones sociales y ambientales, generando herramientas para mejorar el acceso a servicios básicos, conectividad y regularización de la tenencia de la tierra. Por último, la escala de paisaje analiza la interacción en el territorio de la MCA de remanentes importantes de bosques y mosaicos productivos complejos. En esta escala, se busca promover la producción sostenible, la conservación y la restauración de bosques para mantener servicios ecosistémicos clave, con prioridad en la provisión segura de agua de buena calidad para consumo humano. Otra dimensión importante es la protección del inmenso patrimonio cultural existente en el territorio que data de 5.000 años a.C.
Al momento, las distintas instituciones han levantado una gran cantidad de información sobre estos temas, la misma que durante la reunión fue presentada junto con propuestas a considerar para la planificación. Los asistentes enfatizaron la necesidad de profundizar la comunicación estratégica del proceso en territorio para asegurar que el plan tenga un anclaje adecuado en las dinámicas sociales y ambientales locales. En los meses venideros se continuará la estructuración del plan, con énfasis en formular programas y proyectos que permitan fomentar objetivos de desarrollo sostenible a largo plazo en el territorio de la MCA.