“En algún lugar, algo increíble está esperando ser conocido”
Carl Sagan
A raíz de un reciente artículo sobre el descubrimiento de una especie de rana en los bosques nublados de Ayacucho, rana arlequín del género Atelopus, conversamos con Pablo Venegas, Curador de la colección científica de anfibios y reptiles del Centro de Ornitología y Biodiversidad (CORBIDI), quién hace poco descubrió 2 especies nuevas de lagartijas en los bosques montanos de Huacavelica.
El reciente descubrimiento de la rana Atelopus, de la cual existen más de 110 especies ubicados en Los Andes, Costa Rica, Panamá, la Amazonía y el escudo Guyanés, más del 75% se encuentra en peligro de extinción; incluso, hay un par de especies que ya extintas Con esta frase de preocupación, empieza el diálogo el Sr. Venegas.
Las causas de este peligro son la pérdida de hábitat (quema de bosques, explotación, agricultura, entre otros) y un hongo patógeno, Batrachochytrium dendrobatidis, que les produce una enfermedad responsable de su declive poblacional. Ellas necesitan una cierta cantidad de bosque para mantener una población saludable.
“Este descubrimiento nos llama la atención de lo poco que sabemos sobre nuestra biodiversidad. En este caso, como en el del reciente descubrimiento de las lagartijas, está ubicado en la zona del VRAEM, que por muchos años se ha visto afectado por el terrorismo y, ahora, el narcotráfico, lo que hace arriesgado ir a la zona para investigar”, indica.
Sin embargo, a raíz de los recientes Estudios de Impacto Ambiental (EIA) por trabajos del Gas de Camisea y, recientemente, la construcción de hidroeléctricas en el Valle del Mantaro, se realizan monitoreos biológicos que permite a los biólogos hacer estos descubrimientos.
El pasado 15 de setiembre del 202o, salió el artículo científico titulado “Dos nuevas especies simpáticas de Stenocercus del valle interandino del río Mantaro, Perú” (Two new sympatric species of Stenocercus (Squamata: Iguania) from the interAndean valley of the Mantaro River, Peru), liderado por Pablo Venegas y un equipo de investigadores del CORBIDI, el Instituto Peruano de Herpetología (IPH) y la Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul (PUCRS) de Brasil.
“Estas nuevas especies encontradas en los bosques secos del Mantaro, un ecosistema que posee matorrales lejanos, bosques interandinos con poco acceso a la investigación y, actualmente, con presencia del narcotráfico, no han sido descritas por la ciencia”, menciona Venegas. “Además de estas dos especies nuevas, tenemos por publicar nuevas especies más de lagartijas y serpientes. Prácticamente, todo lo que estamos encontrando es nuevo para la ciencia”.
Pero, porqué es importante estos descubrimientos y qué información nos proporciona para la conservación de los bosques y la vida humana en sí. Pablo concluye, “estos estudios nos permiten conocer cómo los proyectos de infraestructura pueden afectar a los ecosistemas y a estas especies. Ellas cumplen un rol importante en la cadena alimenticia; así como de control biológico del hábitat. Las lagartijas y ranas, por ejemplo, se alimentan de insectos que pueden afectar a la agricultura; además, son también presas, no solo de aves rapaces, sino de otras aves y mamíferos, lo que en su conjunto mantiene un equilibrio ecológico”.
El Perú es uno de los países más megadiversos del mundo, e investigaciones como las que lidera el Sr. Venegas, permiten afirmar la importancia de cada uno de los actores de un ecosistema forestal. Por ello, el llamado ,nuevamente, en apostar por la ciencia y la articulación de acciones con los decisores políticos.
- Descargar el artículo de investigación AQUÍ
- Revisa la nota periodística de Mongabay: https://es.mongabay.com/2020/10/peru-rana-arlequin-ayacucho/