De izquierda a derecha: Mauricio Rodas, Alcalde de Quito, Gabriela Maldonado, Co-autora del Libro, María Argüello, Directora Regional de CONDESAN y Verónica Arias Secretaria de Ambiente del Municipio de Quito
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El pasado martes 20 de febrero en el Jardín Botánico de Quito, el Alcalde Mauricio Rodas Espinel hizo el lanzamiento oficial de la segunda edición del libro “Los Árboles Patrimoniales de Quito” en presencia de varias autoridades municipales, representantes de organizaciones de la sociedad civil, empresas privadas, medios de comunicación y ciudadanos destacados de Quito.
Esta versión actualizada, incorpora 38 árboles de las plazas de parroquias rurales y 37 asombrosos ejemplares de los bosques montanos del Noroccidente de Quito, los mismos que han sido identificados gracias al Programa de Monitoreo de Biodiversidad de CONDESAN que se ejecuta en el marco de los Programas EcoAndes (financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial – FMAM, a través de ONU Medio Ambiente) y Bosques Andinos (iniciativa financiada por COSUDE y facilitada por el consorcio conformado por HELVETAS Swiss Intercooperation y CONDESAN). A través del mismo, se monitorean más de 6.000 árboles en 17 parcelas permanentes de investigación para entender las dinámicas de los ecosistemas en lo relacionado a biodiversidad y contenido de carbono.
Los 37 ejemplares son árboles maduros y por lo tanto elementos vitales para el mantenimiento de los bosques: son generadores de frutos y semillas que sostienen y renuevan a la comunidad de árboles del ecosistema, constituyen además fuentes de comida y refugio para un sin número de especies de fauna y flora; son importantes también por sus grandes dimensiones que almacenan cantidades altas de carbono y muchos de estos árboles son además especies endémicas, es decir que son propias y restringidas a los bosques del noroccidente; y algunos de ellos están catalogados como especies en peligro de extinción.
La existencia de estos ejemplares es un indicador de bosques conservados o en proceso de recuperación y por lo tanto su declaratoria como patrimoniales es un reconocimiento al compromiso del conjunto de vecinos de las parroquias rurales del Noroccidente de Quito que han destinado sus tierras para proteger estos ecosistemas. Este esfuerzo con la Secretaría Metropolitana de Ambiente se convierte en una estrategia adicional para la valoración y protección de estos bosques, reforzando las prácticas de conservación que los pobladores del noroccidente impulsan y llevando a la práctica lo que establece la Ordenanza Metropolitana 137 por la cual se establece como territorio de importancia ecológica, cultural y de desarrollo productivo sustentable al territorio del Noroccidente de Quito.
Descarga AQUÍ la versión digital de la Segunda Edición del Libro “Los Arboles Patrimoniales de Quito”