Los bosques andinos están íntimamente vinculado a las comunidades que habitamos la Madre Tierra, proporciona hábitats a especies únicas de flora y fauna, incrementan los flujos de agua, son depósito de carbono y, sobre todo, fuente de vida. Y a pesar de estos beneficios, vienen siendo reducidos, tremendamente, en su superficie y tamaño; en especial en las vertientes occidentales de los Andes (que hoy se estima cubren sólo entre el 5% y 10% de su superficie original).
Con el fin de generar una mayor conciencia,